Extraída de hispagimnasios llega una publicación antigua de Roland Maroteaux sobre cómo inmovilizar a un perro que nos esté atacando.
¿Qué opinión os merecen estas simples técnicas? ¿Debería ikkyo funcionar sobre un perro tanto como sobre una persona, o considerais ridícula la mera idea de aplicar los "principios universales" a estos simpáticos (casi siempre) compañeros?