Monday, May 26, 2008

La cañería que provee a Barcelona de agua del Ter pierde 11 millones de litros al día por 12 fugas

Unos 11 millones de litros de agua potable se desperdician a diario, desde hace años por culpa de una fuga en el acueducto de Cardedeu a su paso por la sierra de Marina, en Badalona. Pero esto no es más que la punta visible de un problema más grave. Allí, en Badalona, en las cercanías la masía de Can Coll, en un lugar de difícil acceso, el agua destinada a abastecer a unos dos millones y medio de vecinos de la zona norte del área metropolitana de Barcelona se mezcla con el caudal de la mina natural de Canyet. Es complicado estimar la pérdida de tan preciado líquido en estos tiempos de dura sequía.

Según la empresa pública dependiente del Departament de Medi Ambient y gestora de la conducción que viene de Cardedeu, Aigües Ter-Llobregat, se pierden unos nueve mil litros de agua cada hora, es decir, 216.000 litros diarios, el 0,3 por mil de su caudal, el consumo de unas dos mil personas. Con todo, mediciones del Ayuntamiento de Badalona realizadas en el año 2005 y hechas públicas ayer doblaban estas estimaciones. El caso es que el despilfarro se prolongará durante al menos un año y que esta fuga no es más que una de tantas que agujerean el punto más débil del sistema de distribución de agua de Barcelona.

Queríamos aprovechar las aguas de las minas para riego, y unos análisis demostraron que contenía cloro, que era agua tratada para el consumo humano.

Joan Compte, gerente de Aigües Ter-Llobregat, explica que el mal estado de los veintidós kilómetros del túnel de Cardedeu origina la mitad de las pérdidas de toda la red de distribución de esta compañía, que tiene unos quinientos kilómetros en total. "Estos veintidós kilómetros concentran la mitad de nuestras pérdidas - dice-, unos cuatro hectómetros cúbicos al año. Es decir, 4.000 millones de litros anuales o, lo que es lo mismo, 11 millones de litros al día. Son una docena de fugas controladas, puede haber alguna más a nivel freático. El problema es que este túnel no es una tubería, fue excavado hace cuarenta años. Es nuestra peor arteria". Reparar estas averías es complicado.

En el 2003 se inició la construcción de un conducción que desdoblará la de Cardedeu, permitirá vaciarla y acabar con las fugas. Si no, habría que cortar el suministro a demasiada gente durante demasiado tiempo, según Compte. La nueva conducción contará con 21 kilómetros y costará 78 millones de euros. Estará lista el verano del 2009. Hasta entonces, el agua continuará bajando de la masía de Can Coll a la de Torre Codina para alimentar la exuberancia de la vegetación, llenar una alberca, regar unos pocos huertos urbanos y luego bajar por la riera de Canyet para perderse triste por el alcantarillado.

Los vecinos dicen que lo más probable es que la fuga se haya agrandado recientemente porque el caudal de la riera ha aumentado de manera sensible "en los últimos tres meses". "Por aquí siempre ha bajado el agua de la mina - dicen los mayores del lugar-, pero la cosa empezó a ser extraña hace fácilmente ocho o nueve años". Lo cierto es que nadie acierta a decir desde cuándo se malgasta esta agua.

La concejal de Medi Ambient badalonesa, la convergente Mercè Rius, señala que tuvieron noticia de la avería por primera vez durante la sequía del 2005. "Queríamos aprovechar las aguas de las minas para riego, y unos análisis demostraron que contenía cloro, que era agua tratada para el consumo humano". Fue entonces cuando Aigües Ter-Llobregat se enteró del problema.

Visto en La Vanguardia.

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