El pasado 30 de enero dio el pistoletazo comercial el nuevo sistema operativo de Microsoft, Windows Vista, que requiere de un hardware más potente y más caro, y fortalece el control de los sistemas anticopia.
Windows Vista es algo más que un sistema operativo cuya función debe ser básica y esencial: tomar el control sobre el hardware o, mejor dicho, garantizar a otros programas el acceso a dispositivos como los discos duros, puertos, tarjetas de red o de sonido, tarjetas gráficas, teclado y ratón, entre otros.
El último gran producto de Microsoft, que salió al mercado con una gigantesca campaña de propaganda mundial apoyada ‘informativamente’ por los principales medios de comunicación españoles, es un dispositivo orientado a controlar el comportamiento del usuario. Su política de ‘protección de contenidos e informática fiable’ (trusted computing) es un conjunto de tecnologías diseñadas para forzar a los usuarios a cumplir los derechos de copia (copyright) impuestos por la industria de entretenimiento sobre música, vídeos, programas, juegos o libros. Este manojo de limitaciones técnicas, conocido como DRM (Digital Right Management o Gestión de Derechos Digitales), lo define el distribuidor de la industria audiovisual y consiste en establecer cuestiones tales como cuántas veces se ha de ver un vídeo, quién puede verlo, cuántas copias se pueden hacer y en qué condiciones. Todo ello depende de cuánto se haya pagado por el vídeo.
Windows Vista se encarga de que esto se cumpla a través de lo que ha denominado como tecnología PVPOMP (Protected Video Path - Output Protection Management). Esta tecnología desactiva ciertas salidas de audio y vídeo de los ordenadores en caso de detectar reproductores que no soporten las limitaciones impuestas por las DRM al usuario. Vista reducirá la calidad de imagen o deshabilitará el reproductor de vídeo si éste no ha sido diseñado para entender las limitaciones impuestas por el distribuidor del vídeo. Los nuevos soportes de alta calidad y capacidad de almacenamiento como HD-DVD o Blue-ray se ven especialmente afectados por este sistema. Gracias a la colaboración de Intel con Microsoft, el nuevo hardware ha de asumir estas nuevas tecnologías de control para ser compatibles con el nuevo Windows.
En el mismo momento en que se lanza Vista, Apple, uno de los grandes del hardware de reproducción de música da marcha atrás y defiende la eliminación de ese tipo de tecnología anticopia. Es más, lo que dice su presidente, Steve Jobs, parte por la mitad el modelo Microsoft: “Imagina un mundo donde las tiendas online vendieran música libre de DRM, en formatos abiertos. En un mundo como éste, cualquier reproductor podría reproducir música adquirida en cualquier tienda, y cualquier tienda podría vender música que, a su vez, podría ser reproducida en cualquier reproductor. Ésta es la mejor alternativa para los consumidores”.
Este conjunto de tareas que asume el nuevo sistema va a generar grandes cambios en la industria del hardware. Por un lado, buena parte de los equipos en uso a día de hoy no van a reunir los requisitos mínimos para poder instalar Vista (un procesador, como mínimo, a 800 MHz, 512 MB de memoria RAM, tarjeta gráfica compatible con DirectX9) y, si lo hacen, su rendimiento será inferior respecto a los sistemas actuales. El microprocesador de un PC con Vista necesita hacer un esfuerzo superior al doble del que se hace bajo Windows XP o GNU/Linux, al tener que encriptar y desencriptar los bits que corren por los ‘buses de datos’ de la placa base o los cables que conectan a los reproductores multimedia. Esta tarea, que no es ni básica ni esencial, poco tiene que ver con las necesidades técnicas reales requeridas a un sistema operativo. Responde a cálculos económicos. A corto plazo, el hardware que se diseñe para Windows Vista deberá ser más potente y más caro, pero no será necesariamente más rápido.
Esta convergencia estratégica entre la industria del hardware, Microsoft y los ‘cruzados del copyright’ de la industria multimedia, ha dado como resultado un engendro que pone bajo sospecha a todo usuario y lo somete a las leyes más agresivas que, en este sentido, se han escrito nunca, como la Digital Millennium Copyright Act norteamericana. Esta ley, seña de identidad de la Administración estadounidense, que persigue la infracción del derecho de copia y castiga especialmente la producción de tecnologías que permitan saltarse la gestión de los derechos digitales. Es la ‘base espiritual’ del nuevo sistema.
El desarrollo de esta tendencia perfila un escenario verdaderamente peligroso para cualquier sistema alternativo: un tipo de hardware hegemónico en el que instalar un solo tipo de sistema operativo, contenidos multimedia sólo reproducibles en sistemas operativos propietarios; nuevos estándares para la web y documentación incompatibles fuera del universo Windows.
--- Gustavo Roig / Madrid
2 comments:
Sinceramente no pienso ni adquirirlo porque sale mucho dinero. Despues resulta que es la misma publicidad que el XP en su dia. Cada 3 meses parchean los problemas que salen y jamas podran hacerse con un SO digno. Hace mucho que no toco un Linux pero tampoco quiero darle de lado al Windows. Windows, toda su familia, depende mucho de la forma correcta del usuario para encaminarlo como correctamente deberia de hacerlo. La pena es que con un SO que tenga su codigo totalmente abierto, puedes darle forma y adaptarlo como quieras. Quien diga despues de que no puede usarse en Linux programas de Windows... es que habla sin conocimiento.
Pongo un enlace proveniente de Bulma, un grupo de usuarios de Mallorca que apuestan por Linux y tienes una gran informacion sobre ello.
http://bulma.net/body.phtml?nIdNoticia=1164
Saludos Flint y felicidades de antemano... espero ser el primero Aikidoka que te las de jejeje
¿Adquirirlo? ¿Tú estás loco? Jamás se me habría pasado por la cabeza. El amigo Bill siempre pensando en los pobre usuarios, no deja de poner las cosas fáciles, eh.
Menos más que siempre nos quedarán los sistemas UN*X libres, que no son pocos, e incluso el Mac, que aun siendo propietario (y caro) es un sistema estable, rápido, potente y flexible. Sobre todo desde la versión X, que es compatible con UN*X, con lo que puedo compilar mis programas para Linux sin mayores problemas.
¿Qué más quiero?
Gracias por el enlace, Chabi. Y sí, fueste el primer aikidoka en felicitarme, jejeje...
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